Naparbier
Productores

Naparbier, más de una década de evolución y creación

A Naparbier los conocemos desde que aparecieron en el diario allá por 2009. Once años llevamos siguiendo de cerca la marca. Tan de cerca que nos encontramos a unos 10 kilómetros de su fábrica y siempre hemos seguido todas y cada una de sus nuevas creaciones.

Desbrozando el camino

Dicen que una crisis cierra unas puertas y abre otros escenarios de posibilidad. De hecho una crisis, la crisis económica, fue la causante de que cuatro compañeros de trabajo de la fábrica navarra de electrodomésticos Koxka unieran sus destinos.

Juan, Josu, Pepe y Txerra se vieron en la calle con un ERE a principios del 2009, con el dinero de la indemnización caliente en sus bolsillos y un panorama económico por delante no muy halagüeño decidieron saltar al vacío y crear Naparbier asociándose como una cooperativa.

Como nos dice Juan, de esa crisis y situación de despidos en la fábrica surgieron muchos proyectos individuales, y casi todos llegaron a buen puerto. Estos cuatro colegas se echaron la manta a la cabeza y decidieron apostar todo al negro.

Una apuesta arriesgada

La cerveza artesana en Navarra no era una rara avis, directamente no era, no había nacido. No existía como concepto más que para aquellos que, como Juan y Josu, hacían cerveza en casa. Tampoco era muy diferente el escenario en el resto del país, quitando Dougall’s en Cantabria activa desde el 2006, y en Cataluña a Montseny que llevaba dos años y Guineu, coetáneos de Naparbier.

Diez o doce años pueden parecer pocos pero en el mundo del craft beer el tiempo tiene una gran densidad. Las cosas han pasado muy deprisa. Hace diez años el edificio de la cultura craft de este país todavía era un solar sin desbrozar. Términos como Imperial Stout, IPA, Kolsch o Doppelbock o incluso términos como Pils o Ale y Lager no existían en el imaginario popular.

Eran tiempos en el que el término artesano era asociado a un taller destartalado donde alguien hacía lo que podía con tecnología rudimentaria. Naparbier tuvieron la suerte y la desgracia de ser pioneros, de abrir camino. Nadie los iba a poder comparar con otros pero tampoco nadie los iba comprender del todo. En términos de mercadotecnia, lo tenían todo a su favor: ninguna competencia, y a un mismo tiempo, todo en su contra: su producto era totalmente desconocido.

Alex Schmidt, el posibilitador

En toda buena historia que se precie siempre hay un detonante que precipita el giro de los acontecimientos. La crisis y el despido fueron aspectos importantes, pero también tiene que haber un elemento posibilitador. En esta historia el rol posibilitador lo toma el cervecero alemán Alex Schmidt. Juan ya conocía a Alex de su etapa homebrewer y de sus viajes a Madrid en donde hacían cervezas juntos. Se dio la circunstancia de que una fábrica en la que Alex trabajaba vendía todo el equipo de segunda mano. Dentro del acuerdo de la compra de la maquinaría también venía incluida la ayuda y asesoramiento Alex.

Este acuerdo facilitó mucho la tarea a Juan que fue formado en las diferencias que hay entre hacer cerveza en casa y el uso de maquinaria industrial. La teoría es la misma, obviamente, pero en la práctica cambian algunas cosillas. No es lo mismo una olla de 50 litros a otra de 1000.

Pils y dunkel, los inicios en Navarra de Napabier

En los inicios el objetivo era más o menos claro: colarse en las barras de la hostelería navarra e intentar hacerse hueco entre gigantes industriales. Para ese fin vino de perlas toda la experiencia de Juan en sus visitas a Alemania. Viajar a este país por motivos familiares propició que se pusiera en contacto con un mundo de la cerveza diferente. Brewpubs, cervezas excelentes, cervezas de temporada… Un mundo mucho más rico y colorido y, sobre todo, divertido de lo que estaba acostumbrado.

Esta relación con el país teutón, además del ya mencionado capote de Alex, también explica que se decantasen por el nombre Naparbier. Que no es más que la unión de Napar (Navarra) y Bier, cerveza en alemán.

Así, Naparbier en sus primeros años se centró en poner en el mercado una pils a un precio competitivo. Esta primera pils se pudo beber en bastantes bares y pubs de Pamplona y comarca. Un poco más tarde lanzó una dunkel, una cerveza oscura de trigo, para cubrir el nicho de las conocidas “tostadas”. Hasta en eso fueron pioneros los de Noáin, en pleno 2010 se atrevieron a lanzar al mercado dos lager.

Naparbier

En contra de la tendencia de las micros artesanas cuyas primeras incursiones eran y son cervezas de alta fermentación o ales. Este hecho se puede considerar casi un acto de gallardía debido a que la elaboración de lagers es más compleja en términos técnicos y tecnológicos. Y por su puesto el mercado está mucho más saturado de versiones baratas de ellas. Por tanto, elegir dos lagers para dar sus primeros pasos les granjeó una buena consideración dentro del mundillo especializado.

En esta primera época se encuentran ubicados en una pequeña fábrica en el polígono de Landaben. Con una producción de 100 Hl que principalmente se embarrilan y se distribuyen en Navarra.

ZZ y Aker y el asalto a Europa

El siguiente paso en su crecimiento lo dan gracias al contacto que establecen en 2011 con Jeppe Bjergsø. El hermanísimo del archiconocido Mikkel Borg Bjergsø alma mater de Mikkeller, y fundador de Evil Twin. Como hemos adelantado, todo empieza con un “tentar a la suerte” cuando Naparbier envía algunas de sus cervezas por correo a la fábrica danesa. Al parecer, deducimos que, a Jeppe le gustaron mucho y decidió ponerse en contacto con ellos. A partir de aquí empezó una fructuosa relación que lanzó a la marca navarra al mercado danés. La relación se consolidó con varias cervezas que Jeepe encargó a Naparbier y que comercializó bajo su marca Evil Twin (El raval – Hipster Ale; Dos cervezas por favor) y un poco más tarde cristalizó en varias colaboraciones: Dark Raven y Light Raven.

Ese contacto fue el pistoletazo de salida para su asalto a Europa. A partir de ese momento Naparbier se movió por festivales europeos y empezaron una ristra de colaboraciones con las, marcas pioneras del craft en Europa. Primero fue Dinamarca y luego le siguieron otros países del entorno como Suecia o Noruega. La marca se conoció en otras partes del mundo tan lejanas como Canadá, Australia, Japón o Singapur

En esos años llegaron a colaborar con breweries como HaandBryggeriet, Mikkeller, Alvinne, Toccalmatto, Beavertown, Evil Twin, De Molen, Nøgne Ø o Lervig.

Paralelamente a esto, Naparbier fueron sumando recetas y estilos a su repertorio de cervezas regulares, realizando todas ellas con gran e inusual acierto. Entre estas destacan dos que tuvieron especial éxito y acabaron de catapultar el nombre de la marca en España. Se trata de la ZZ, una amber ale de corte americano, y Aker, una señora American IPA con ingentes cantidades de lúpulo en aroma y amargor. Los primeros lotes de estas cervezas los realizaron todavía en la pequeña fábrica de Landaben.

West Coast IPAs: el nuevo camino

La gran demanda conseguida por su implantación en diversos países europeos los empujó a dejar sus pequeñas instalaciones de Landaben y dar el salto a una nave mucho más amplia y condicionada en el polígono de Talluntxe de Noáin.

Otro de los hitos que marcan un poco el futuro devenir cervecero de los navarros es el viaje que realizan a Portland (Maine) en el 2013, donde conocen de primera mano todas las cervezas que se estaban haciendo en EEUU. Más concretamente del estilo de moda por aquel entonces que no era otro que las WEST COAST IPAS.

De esta nueva etapa cabe mencionar también otros clásicos de la micro como Hop Doom y Potemkin. Dos de sus cervezas más extremas y también más aclamadas. La primera es la responsable de la fama que tienen los de Noain de ser unos buenos atizadores de lúpulo, de tener la mano suelta echando pellets. Se trata de una Imperial IPA muy contundente con un balance entre lo tropical, la fruta madura y la parte herbácea y amarga. La Potemkin también figura en el olimpo de las cervezas mejor valoradas por el público. No es para menos porque se trata sin duda de una de las mejores Imperial Stouts del panorama nacional.

Naparbier

Como podríamos estar interminablemente hablando de grandes cervezas de la marca, nos tendremos que obligar a parar en algún momento. Pero antes tenemos que destacar la serie Avant Garde. Se trata de una gama de cervezas envejecidas en barrica dentro de la cual hablaremos de la Avant-Garde Barley Wine (2016) Oak Red Wine BA. Esta cerveza se encuentra en posicionada en un más que digno dieciochoavo puesto en la lista histórica de mejores cervezas nacionales. Asimismo, otra cerveza de la serie la Avant Garde envejecida dos años en barricas de brandy del 2015 se sitúa en la cuarta posición de cervezas nacionales en los rankings de ratebeer.

La entrada de un nuevo socio en Naparbier y Napar BCN

La entrada en 2013 de un nuevo socio Sven Bosch, un empresario de la hostelería de origen belga y afincado en Barcelona. Él da un nuevo impulso a los navarros en su implantación en Barcelona.

Sven, propietario del The Drunk Monk en Mataró, considerado en su momento como una de las mejores cervecerías de España, se lanza a ser parte también en la elaboración de la cerveza.

Para ello ataca varios frentes, por un lado entra a Naparbier como socio, luego entra a formar parte del BierCab, el templo craft en Barcelona, junto con Naparbier, Zombier y Manolo Baltasar. Por último impulsa una delegación de Naparbier en Barcelona montando en el 2016 Napar BCN.

Foto de NaparBCN de Dani Ruiz - CerveTV
Foto de NaparBCN de Dani Ruiz – CerveTV

Napar BCN nace como un proyecto ambicioso de Sven, se trata de un amplio Brewpub en el Eixample de Barcelona. Se encuentra situado en la llamada “milla de la cerveza” en la calle de Diputació, cerca de Brewdog Bar, Mikkeller Bar y Garage Beer Co. Decorado con estética steampunk, Napar BCN supone un imponente escaparate para darse a conocer en BCN. Sus cervezas ya se podían tomar y comprar en BierCab pero esto supone un paso más, al poder elaborar sus propias cervezas en una fábrica moderna y servirlas fresquísimas en sus 18 tiradores.

Con el punto de mira y las expectativas puestas bien en alto, el local abre con nada menos que Miquel Aldana, un chef con estrella Michelin a los fuegos, y con Beinat Gutiérrez como brewmaster.

A pesar de la buena aceptación de la propuesta el brewpub, previa salida de Naparbier como socio y cambio de nombre, cierra sus puertas a principios de 2019.

El experimento sirvió para que cada actor se diese cuenta donde tenía que centrar sus esfuerzos. Naparbier desde ese momento concentra sus recursos en la creación e innovación cervecera en la planta de Noáin. Llevándose para ello al brewmaster Beinat que aportó su experiencia necesaria en una época de muchos cambios y novedades en el sector.

Adaptándose a la vorágine de novedades

Aunque no os lo creáis, había una época no muy lejana en la que las cerveceras sacaban una media docena de novedades al año. El mercado craft siempre ha sido propenso a la novedad y a la experimentación, pero de dos años a esta parte la lógica de la novedad se ha impuesto definitivamente a la elaboración de un portfolio de cervezas regulares probadas y consistentes. No hay más que echar un ojo a las micro que suponen la cabeza de ratón del sector.

Naparbier

Mikkeller, la propia Evil twin, o el mercado norteamericano ya eran profusos expendedores de novedades semanales allá por 2010. Ellas posiblemente han sido las que han marcado estas nuevas normas del juego.

Ejército de beer hunters

Además de las cerveceras, todo un ejército de hop-heads o beer-hunters sedientos de novedad han ido demandando rapidez y nuevas cervezas. No nos desviemos porque aquí entramos en un arduo y espinoso debate sobre quién es el responsable de esto, si el cliente, el hostelero o las cerveceras. 

En 2018 ya hubo un cambio de marcha, pero es a partir de inicios 2019 cuando el mercado experimenta una aceleración considerable. Las micros más importantes se ponen manos a la obra para sacar una gran cantidad de novedades al mercado a un ritmo nunca antes visto.  Los navarros, por ejemplo, elaboran en su fábrica (no contamos las colaboraciones en otras fábricas) 16 cervezas diferentes en 2016, 17 en el 2017, 28 en el año 2018 y 44 en el año 2019. No solo son ellos, si analizamos la secuencia de lanzamientos de otras micros del sector vemos una evolución muy parecida.

En esta vorágine, Naparbier, a pesar de las urgencias, han logrado sacar grandes cervezas entre las que destacaríamos las siguientes:

  • Milky Brain. Una espectacular Milkshake IPA con lactosa y mango. Posiblemente su mejor IPA con permiso de Aker.
  • Hamabost y Pottoka. Dos de sus mejores y más repetidas colaboraciones. La primera con los madrileños La Quince, una Imperial IPA poderosa que, siendo en un principio cristalina se adaptó al sino de los tiempos haciéndose Hazy. La segunda con los vizcaínos Laugar, es una de las primeras NEIPAs que salieron al mercado español.
  • The Bagpiper. Una IPA extremadamente sabrosa y equilibrada, una bocanada de fruta de hueso.
  • Panopticon. Una Berliner Weisse hiperlupulada en el que los navarros conseguían algo complicado, combinar el amargor, aroma y acidez sin que ninguno anulara a los demás.
  • Giraffe. Una doble NEIPA en colaboración con SOMA. Exageradamente herbácea y tropical.
  • Paradise. Una pils ajustadisima de precio que vuelve a reclamar los grifos perdidos en la hostelería especializada y no especializada. Desde hace más de un año en “El retrogusto es mío” es nuestra caña base.
  • Deabru. Una bomba turbia de lúpulo de más de 10%. Una de las mejores Triples IPAs que hemos probado.
  • Brose. Un experimento loco de la mano de los Angelinos Kings en la línea de lo que se está haciendo en EEUU. Una Tart Milkshake o Milkshake ácida con lactosa y puré de grosella como si no hubiese un mañana.
  • It’s A Riot. En colaboración con a cervecería de moda de Inglaterra. Wylam. Una IPA turbia con un poderoso punch de lúpulo en aroma, un gran cuerpo y un amargor marcado.
  • Angry Monkey. Colaboración con los neoyorkinos LIC Beer Project realizando una Doble IPA turbia y muy aromática.
  • Rise Up! Una de sus últimas creaciones. Haciendo mezclas imposibles entre lo dulce, lo ácido, lo amargo y lo salado. Eso es esta American Sour Ale con mango, fruta de la pasión y lactosa.

Se cierra un paréntesis.

El 7 de Diciembre del 2019 Naparbier celebró sus 10 años en funcionamiento. Para tal ocasión tiró la casa por la ventana y la lió muy parda en sus instalaciones del polígono Talluntxe.

Los que tuvimos el privilegio de asistir pudimos disfrutar en nuestra pequeña y provinciana Pamplona de la extraña congregación de un elenco de las mejores micros estadounidenses y europeas del momento. Juan y compañía consiguieron poner de acuerdo a toda una delegación de marcas norteamericanas que lo están petando en estos momentos.

Gracias a un distribuidor común, antiguas alianzas y colaboraciones y al trato directo con ellas en un american road trip a principios de año, los navarros consiguieron camelar a las micro Finback, Proof, LIC, Barrier, San City, King’s, Alvarado y Superstition Meadery, considerada como la mejor del mundo en la elaboración de hidromieles.

Naparbier

Podéis ver unas píldoras de su aventura por la tierra de la libertad en este resumen audiovisual que realizó Cerve TV. Dentro de la delegación europea estuvieron presentes los catalanes Garage, los ingleses Wylam, y los italianos Lambrate.

¿Una crisis mundial, nuevas oportunidades?

Se trató de un bonito punto y aparte a 10 años desbrozando caminos en esto de la cerveza artesana. Además, todo el tsunami de acontecimientos tan aciagos que se desencadenaron el 13 de Marzo con el decreto del Estado de Alarma 1.0 y su reciente versión 2.0 el 26 de Octubre, parecen venir a poner un cierre de un paréntesis simbólico.

De crisis a crisis y tiro por que me toca. Ya ha pasado casi un año de bregar con una situación adversa para el sector en el que los navarros, como todos, cuando parecían haber recobrado la normalidad se han visto arrollados por otra ola de restricciones para el sector. 

A las puertas del onceavo cumpleaños, el escenario que se abre de nuevo es de incertidumbre extrema. Al menos nos queda la esperanza, aunque cada vez más desdibujada en que esta crisis suponga la apertura de un nuevo abanico de oportunidades y que éstas nos sirvan para reinventarnos de la mejor forma posible. Sabemos que Naparbier, de una forma u otra, tendrá un papel importante en los escenarios venideros y esperamos que nosotros estemos ahí, mano a mano con ellos, llevando la buena cerveza a la gente y transmitiendo la pasión que sentimos por ella.

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About gure_

Responsable de barra en "El retrogusto es mío". Autor de casi la totalidad de reseñas de la tienda online "La tienda del retro". IPA-man en sus ratos libres.