Garnacha Navarra
Productores

La Garnacha Navarra contrataca

 “Hubo un tiempo en que la Garnacha no estaba de moda y, de hecho, se la veía de segunda clase, una uva que no podía producir vinos finos. Afortunadamente, la percepción sobre la Garnacha ha mejorado enormemente, y en realidad, ahora está de moda y se considera la respuesta mediterránea a la Pinot Noir.”

Luis Gutiérrez

Retrogarnachistas

La Garnacha es algo retro o al menos es un tipo de uva que tuvo tiempos mejores. Se le atribuye su origen en España llegando a ser en el siglo XX la variedad mayoritaria de la Península Ibérica. Estaba tan extendida que se la ha mentado de muchas formas: garnacho tinto, tinto aragonés, alicante, navarra, garnatxa.. Pero también conquistó los viñedos en otros países donde se la ha nombrado como: grenache, roussillon rouge, granaccia, uva di Spagne o cannonau.

En nuestra tierra no fue menos, en Navarra la garnacha contó con una gran implantación histórica (90% del viñedo a finales de los  años setenta) y fue perdiendo terreno en los ochenta y noventa por la introducción de nuevas variedades extranjeras. 

En este periodo nefasto y digno de olvido la garnacha fue considerada como una variedad menor. Se le puso el injusto sambenito de uva oxidativa (propensa a la oxidación) o de uva basta que daba lugar a vinos alcohólicos. El gusto imperante gravitaba más en torno a las grandes crianzas y a la madera por un tubo y a la garnacha se le fue arrinconando poco a poco. 

No fue hasta que a finales de los 90 los vinos de garnacha del Priorat cosecharan el reconocimiento de la crítica internacional que se le volvió hacer caso a esta variedad de uva.

Poco a poco empezaron a surgir pequeños productores que apostaron de nuevo por esta vinífera hasta recuperar parte del terreno perdido. Actualmente, se estima que más o menos el 22% de los viñedos navarros están plantados con garnacha, teniendo mayor presencia en la Baja Montaña y la Ribera Baja. Aún estamos lejos de los números del siglo pasado pero la tendencia es ascendente.

En Navarra hay diversos proyectos vinícolas que han devuelto a la garnacha al lugar que se merece. La han tratado con cariño y han sabido entender su potencial. Han recuperado viñas viejas y así su capacidad de expresar la unicidad del terroir. Y han entendido su capacidad para tener envejecimientos nobles y elegantes sin perder de vista la fruta. 

Desde La Tienda del Retro y El Retrogusto es Mío queremos abriros la puerta a algunos de nuestros favoritos. Evidentemente, no están todos los que son, algunos son amigos con los que compartimos la pasión por esta variedad y otros forman partes de nuestras filias. 

La Calandria, en busca de la garnacha perdida

La Calandria es uno de esos proyectos totalmente únicos. Se hacen llamar Pura Garnacha porque eso es lo que hacen: buscar garnachas, elaborarlas y darles la pureza que se merecen.

En la Volandera el color es hermoso, una violeta muy brillante. Es una fruta muy fresca, ligera y pura: frambuesas, regaliz, frutos rojos … Se vuelve redonda: suave y rápida. Es para disfrutarlo muy fresco, al sol y sin complejos. Un vino en el acto y sin pretensiones. Garnacha Pura. Fruta pura.

Aseguinolaza & Leunda, Garnachalovers

Ion y Pedro, adoran la Garnacha tanto (o más) que nosotros. Nuestra variedad favorita nos ha cambiado la vida a todos. Nosotros vendemos vino gracias a ella y ellos empezaron a cultivar y elaborar gracias a esta pequeña viña situada en San Martín de Unx.

El viñedo tiene escasas 0,3 hectáreas de cepas viejas de Garnacha en secano en la zona de la Baja Montaña de Navarra (540 m de altitud). Se compone de dos pequeñas terrazas en suaves pendientes y ha sido completamente restaurado y recuperado por ellos.

Las 300 botellas numeradas que se consiguen del Camino de Santa Zita son un pequeño regalo para todos los que adoramos la Garnacha y para los que abogamos por no perder nuestra identidad varietal.

Proyecto Zorzal y el retorno de la Garnacha

Luis Gutiérrez es uno de los representantes españoles y probadores del conocido crítico y generador mundial de tendencias vinícolas Robert Parker. Recientemente se ha dado una vuelta por las regiones de Navarra y Aragón. Aunque él mismo nos dice que cada vez encuentra un vínculo más débil para justificar su unidad. Él ve más parejas sensibilidades vinícolas como la de La Rioja y Navarra. No obstante, sí que se puede apreciar un hilo invisible que une los dos territorios: El Retorno de la Garnacha.

Uno de esos enclaves de recuperación de la Garnacha donde recala Gutiérrez es Viña Zorzal Wines. Como él mismo resume muy bien: “están sucediendo muchas cosas en Viña Zorzal Wines”. Una de esas cosas es todo el trabajo con otros grandes viticultores que empezó siendo una colaboración para pasar a ser una asociación.

Este es el caso de la colaboración con el argentino Matias Michellini que recaló en Fitero debido a una coincidencia con el nombre (su bodega en Argentina también se llama Zorzal) y se quedó enamorado con los viejos y extraordinarios viñedos de Garnacha.

Kimera y Masusta de LMTwines, garnachas sin maquillar

Luis Moya es único y Masusta es único. Para nosotros significa muchísimo este vino. Lo conocimos en su primera elaboración, hemos visto como ha ido evolucionando a lo largo de las añadas. Conocemos la viña y una de las añadas, la vendimiamos parcialmente (no la terminamos porque somos unos flojers). Parece poco, pero esa implicación con un vino, es difícil de igualar.

Kimera por su parte procede de una colaboración entre dos amigos. Un vino hecho mano a mano. Luis Moya y Gonzalo Celayeta se unieron con un pequeño proyecto bien definido: Garnacha seleccionada de la zona de la Baja Montaña Navarra y envejecida en una tinaja de 3000 litros.

De esta elaboración diferente, surge un vino de intensidad aromática alta, con una fruta muy definida y perfectamente respetada por el uso de la tinaja. Tiene un fondo terroso entre la fruta que te confunde entre lo que podría ser el terroir aportado por la zona y sus bruscos cambios de temperatura diurna/nocturna y el aporte del barro de la tinaja.